Alma Rosa Flores De Lopez

Alma Rosa Flores De López tuvo la bendición de haber ascendido al Cielo el 15 de abril de 2022, Viernes Santo. Pasó en paz, en su casa, rodeada de su familia. Le sobreviven su amado esposo durante 37 años, Peter P. López; hijos, Sergio Enrique Flores, Osvaldo Esqueda (Elizabeth M.) Flores, Julio Cesar (Sugeiry) Flores y Peter Vincent Lopez; hijas, Denise Flores Valencia y Michelle López; 24 nietos; 15 bisnietos; hermanos, Ignacio “Nacho” (Lesbia) Flores y Gumercindo “Sere” (Lupita †) Flores; Hermanas, Remedios Peters, Gloria (Jesús) Martínez y Lilia (Ricardo) Vásquez; su amado perro, Paco. Le precedieron en la muerte sus padres; María Del Carmen e Ignacio Flores; hija; Sandra Tormos; nieta, Esmeralda Tormos; abuela materna, Christina Esqueda; y abuelo paterno, Gumercindo Esqueda.

Rosa nació el 26 de julio de 1952 en Apatzingán, Michoacán, y muy joven se mudó con su familia a Guadalajara, Jalisco y estableció su hogar en Tucson, Arizona. Estaba extremadamente orgullosa de su humilde educación, siempre compartiendo historias que impartían la sabiduría de sus experiencias. Las experiencias de su vida hicieron que sus hijos se sintieran orgullosos de la mujer valiente que siempre supimos que era. Criando a sus propios hijos y nietos, trabajó en muchos trabajos, largas y duras horas, nunca se quejó, aunque sin una fuerte lucha, el cuerpo de nuestra madre pasó factura. Sus hijos aprendieron el valor del trabajo duro y una fuerte ética de trabajo. A pesar de muchas luchas, Rosa mantuvo una fe fuerte a lo largo de su vida que fue evidente en la forma en que amaba a sus nietos y la lealtad feroz hacia sus hijos.

Siempre el alma de la fiesta, su sentido del humor no conocía filtros y le encantaba contar charras. Su ingenio rápido, su lengua afilada y su alegría la convirtieron en la Tia favorita de todos. Al mismo tiempo, nadie fue inmune a sus regañadas. Aún así, su consejo fuerte y directo siempre estuvo arraigado en el más grande de los amores. Este mismo amor fue el mayor ingrediente que Rosa usó en su cocina. Hablar de ella es recordar su MAGNÍFICA cocina como sus tamales, tacos, arroz, mole, caldos/sopitas y mucho más.

Fuerte hasta el final, Rosa enfrentó su destino de frente, con dignidad, pero conservando su increíble sentido del humor. Si bien su partida deja un tremendo vacío en nuestros corazones, su legado perdurará. Ella vivirá en los corazones de tantas vidas que tocó, las vidas de su cónyuge, hijos, nietos y hermanos.

Alma Rosa Flores De Lopez was blessed to have ascended into Heaven on April 15, 2022 – Good Friday. She passed peacefully, in her home, surrounded by her family. She is survived by her beloved husband of 37 years, Peter P. Lopez; sons, Sergio Enrique Flores, Osvaldo Esqueda (Elizabeth M.) Flores, Julio Cesar (Sugeiry) Flores and Peter Vincent Lopez; daughters, Denise Flores Valencia, and Michelle Lopez; 24 grandchildren; 15 great-grandchildren; brothers, Ignacio “Nacho” (Lesbia) Flores and Gumercindo “Sere” (Lupita †) Flores; Sisters, Remedios Peters, Gloria (Jesus) Martinez and Lilia (Ricardo) Vasquez; her beloved dog, Paco. She is preceded in death by her parents; Maria Del Carmen and Ignacio Flores; daughter; Sandra Tormos; granddaughter, Esmeralda Tormos; maternal grandmother, Christina Esqueda; and paternal grandfather, Gumercindo Esqueda.

Rosa was born on July 26th, 1952, in Apatzingan, Michoacán, and at a very young age, moved with her family to Guadalajara, Jalisco and made her home in Tucson, Arizona. She was extremely proud of her humble upbringing, always sharing stories that imparted the wisdom of her experiences. Her life’s experiences made her children proud of the valiant woman we always knew her to be. Raising her own children and grandchildren, she worked many jobs, long and hard hours, never complaining although without a strong fight our mother’s body took a toll. Her children learned the value of hard work and a strong work ethic. Despite many struggles, Rosa retained a strong faith throughout her life that was evident in the way she loved her grandchildren and the fierce loyalty to her children.

Always the life of the party, her sense of humor knew no filter and she loved telling charras. Her quick wit and sharp tongue, and her playfulness made her everyone’s favorite Tia. At the same time no one was immune to her regañadas. Still, her strong, straight-shooting advice was always rooted in the greatest of love. This same love was the greatest ingredient Rosa used in her kitchen. To speak of her is to remember her MAGNIFICENT cooking such as her tamales, tacos, arroz, mole, caldos /sopitas and so much more.

Strong to the end, Rosa faced her destiny head-on, with dignity, while retaining her amazing sense of humor. While her departure leaves a tremendous void in our hearts, her legacy will endure. She will live on in the hearts of so many lives she touched, the lives of her spouse, children, grandchildren, and siblings.