Ascención García, un alma amada que tocó la vida de muchos, dejó este mundo, dejando atrás un legado de bondad y generosidad. Nacida el 18 de diciembre de 1950 en El Bledal Sinaloa, Ascención vivió una vida llena de recuerdos vibrantes y conexiones significativas.
Quienes la conocieron siempre recordarán su amor por bailar "La Chona" y cómo Radio Xeny llenaba de alegría su hogar. Ascención encontró un gran placer en mantenerse al día con las noticias y la música local, además de disfrutar del drama de "La Novelas". Su jardín no era sólo una colección de plantas sino un santuario donde ella derramaba su corazón y su alma. Le encantaba los domingos acudir a misa en la iglesia Sagrado Corazon De Jesus, seguidos de tranquilas compras y terminaba el día relajándose en la placita del centro con una refrescante Coca-Cola Light.
La calidez de Ascención se extendió más allá de sus pasatiempos; estaba ferozmente dedicada a cocinar para los demás, asegurándose de que nadie pasara hambre en su presencia. Sus amados perros, Blanquita y Simón, eran más que mascotas; eran compañeros queridos que compartían su amor por la vida.
Uno de los logros de los que Ascención se enorgullece fue su dedicación al voluntariado en campañas políticas. Los candidatos locales la buscaban por su sabiduría y apoyo, un testimonio de su naturaleza decidida y su compromiso de marcar una diferencia en la comunidad.
El 23 de marzo de 2024, Ascención García exhaló su último aliento en Tucson, Arizona, rodeada de recuerdos de una vida bien vivida. Le sobreviven sus amados hijos Jesús García, David García, Cuahutémoc García, su hija Rebecca García y su hermano Jesús Sánchez. Ascención ahora se reúne con quienes la precedieron: su esposo Donato García, su hijo Donato García, los hermanos Rafael y Manuel Sánchez, su madre María Escarrega y su padre Roberto Sánchez.
llevemos adelante el legado de bondad y generosidad de Ascención. Que su memoria sirva de luz guía para todos aquellos cuyas vidas ella ha tocado.
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