Celina Barrios Alavez

Celina B. Alavez, 80, went home to be with the Lord on March 3, 2018.  She is survived by her son, Marco Antonio Alavez and wife, Myrna; granddaughters, Crystle Nicole Alonzo, husband Gabriel and Celina Andrade, husband Iran; brothers, Armando Barrios, Sr., Antonio Barrios and Enrique Barrios; as well as many nieces and nephews.  She was preceded in death by her sister, Elvira Gallegos.  Celina enjoyed trying her luck at the Casinos and prior to that, she would play bingo and purchase scratch-offs.  Although she never won a large amount of money, if she would have "hit it big" it is without a doubt that she would have generously shared it with those she loved.  She was such a hard-worker and even in her years of retirement she was unable to stay still.  She was very energetic and was always looking for something to do. Prior to retiring she worked as a maid and also in the food service department for Nogales Unified School District. She lovingly raised her son as a single mother but always had the support of her family and close friends.  Celina baked delicious empanadas and Mexican Wedding cookies. She also would make tamales during holidays for friends and family. Celina was tiny in her physical form but had an enormous heart and soul!  She will remain in our hearts forever.

Celina B. Alavez, 80, se fue a casa a acompañar a nuestro señor el 3 de Marzo de 2018.  Le sobrevive su hijo, Marco Antonio Alavez y su esposa Myrna; nietas: Crystle Nicole Alonzo, su esposo Gabriel y Celina Andrade, esposo Iran; Hermanos: Armando Barrios, Sr, Antonio Barrios y Enrique Barrios, al igual que muchas sobrinas y sobrinos.  Precedida en muerte por su hermana, Elvira Gallegos.  A Celina le encantaba probar su suerte en los casinos, y anteriormente, le encantaba jugar bingo y comprar rasca boletos. Aunque nunca gano una cantidad grande de dinero, si le hubiera "pegado al gordo" sin duda alguna lo hubiera compartido generosamente con todos sus seres queridos.  Siempre fue muy trabajadora y aun después de retirada nunca podía estarse quieta.  Siempre llena de energía, buscando algo que hacer.  Antes de retirarse trabajo de criada y en el departamento de servicios de alimento para distrito escolar de Nogales.  Con mucho amor crio a su hijo como madre soltera, pero siempre tuvo el apoyo de su familia y amigos cercanos.  Celina horneaba unas muy deliciosas empanadas y galletitas mexicanas para bodas.  Siempre hacia tamales durante los días festivos para la familia y amistades.  Celina era diminuta de forma física, pero tenía un enorme corazón y muy grande alma. Por siempre permanece en nuestros corazones.